NOTA DE PRENSA
Sevilla, 26 de junio de 2009
Sevilla se mira en el Elba…
La expulsión del Valle del Elba de la Lista de Patrimonio Mundial debería hacer que los promotores de la Torre Cajasol se replantearan muy seriamente si proseguir con el proyecto.
Porque si el impacto visual de un puente, siendo una estructura de muy escaso desarrollo vertical y clara utilidad funcional, ha terminado suponiendo dicha exclusión, cabe prever lo que en su día decidirá la UNESCO sobre la Torre Cajasol, que se alzaría casi 200 m. sobre el valle del Guadalquivir y que es totalmente prescindible.
Así que desde la Plataforma ¡Túmbala! volvemos a pedirles a quienes promueven la torre que, por favor, nos ahorren los dos penosos espectáculos que se nos avecinan: uno, tener que ver la omnipresente estampa de la Torre Cajasol mancillando de por vida el paisaje de Sevilla a la vuelta de cualquier esquina; y otro, el del alcalde de nuestra ciudad lamentándose amargamente, como ayer la alcaldesa de Dresde, el día que la UNESCO termine echando a Sevilla de la Lista de Patrimonio Mundial.
Esperamos que en el caso de esta torre la UNESCO no se lleve cuatro años dando avisos a sus promotores, como ha hecho en Dresde a cuenta de su puente. Porque para entonces el rascacielos estaría ya construido, dada la tendencia a la política de hechos consumados que practican tanto el Ayuntamiento como la Junta: vaciado del Palacio de San Telmo; edificación en los Jardines del Prado;…
Y, es más, también esperamos que la UNESCO realice lo antes posible su pronunciamiento definitivo sobre este polémico edificio; porque para cuando los nuevos informes anunciados vean la luz, dentro de un año se dice, las obras estarán ya muy avanzadas (si los problemas de solvencia de esta caja de ahorros no la abortan antes, claro). Y que valore como se merece el que la construcción de la torre, en vez de paralizarse hasta que llegue dicho pronunciamiento, no sólo van a proseguir sino que, muy seguramente, lo harán aún más aceleradamente, si cabe.
En otro orden de cosas, referir que ayer jueves, como estaba previsto, esta plataforma se concentró al paso de los miembros UNESCO que acudían a la segunda de las recepciones oficiales que se les daba, en esta ocasión a cargo de la Junta de Andalucía. Lo que no estaba previsto es que el lugar del acto fuera cambiado a última hora, y que en vez de las Atarazanas tuviera lugar finalmente en el Monasterio de La Cartuja. Un cambio del que sospechamos dos posibles motivos:
· Mantener la cita en las Atarazanas nos brindaba un argumento “picajoso” megáfono en mano: Sres. y Sras. de la UNESCO, este edificio donde entran, de muy notable valor patrimonial, lleva lustros semiabandonado y sin prestar el servicio que podría darle a la ciudad, precisamente por la dejadez de la Administración que aquí les agasaja. Y ha tenido que ser una caja de ahorros “de fuera”, La Caixa, la que venga a poner el dinero para su restauración y adecuación funcional, mientras que la caja “de aquí”, Cajasol, se gasta el dinero en una torre no sólo prescindible sino, además, que atentará gravemente sobre los valores paisajísticos y patrimoniales de Sevilla.
· Era sabido que la plataforma ¡Túmbala! estaría concentrada ante las Atarazanas; por lo que desde la Junta se pensaría que cambiando de lugar a última hora se zafarían de pancartas, megáfonos y pasquines justo en la puerta; unos elementos que nunca gustan pero que, en ocasiones como ésta, dejan muy mal a los anfitriones ante las visitas. Pero no contaron con la determinación de estos ciudadanos y ciudadanas, que en buena proporción se trasladaron a toda prisa al nuevo emplazamiento, donde llegaron a tiempo de recibir oportunamente a los miembros de la UNESCO. Además, el cambio de lugar nos permitió poner mejor de evidencia ante estas personas el impacto paisajístico que supondría la torre, ya que uno de los fotomontajes elaborados estos días para visualizarlo toma como encuadre, precisamente, la vista que del rascacielos habría desde el mismo lugar donde ahora iba a tener lugar el ágape. La cara que pusieron muchos de los visitantes al caer en la cuenta del hecho, y lo que dijeron en varios idiomas ininteligibles, no necesitan traducción alguna.
Plataforma Ciudadana ¡Túmbala!, contra la Torre Cajasol
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