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Un directivo de Urbanismo alega que la torre Pelli no desvirtuará "la imagen" de Sevilla
CARMONA (SEVILLA) 23 (EUROPA PRESS)
Francisco Javier Pando, director del Departamento de Control de la Edificación en la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla, afirmó hoy en el marco del Curso de Verano de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) 'Sostenibilidad y ciudad: hacia modelos urbanos más sostenibles en Andalucía' que "la construcción de la Torre Cajasol no afectará a la imagen de Sevilla por mucho que se empeñen los críticos en mostrar lo contrario".
Pando realizó estas declaraciones en la mesa redonda del mencionado curso 'La Torre Cajasol a debate', donde el técnico mostró todas las ventajas del proyecto del arquitecto argentino César Pelli. Para el miembro de la Gerencia de Urbanismo, la edificación "tiene una importancia singular porque se conformará como la fachada principal de una de las entradas a la ciudad" al elevarse hasta 178 metros de altura superando singularmente la altura de la Giralda.
Agregó que algunos críticos advierten de que la altura dificultaría el tráfico aéreo, "pero esto no es cierto, ya que, según un informe técnico del Aeropuerto de San Pablo, la torre está fuera del alcance de los aviones", afirmó.
El proyecto, según rememoró Pando, comenzó el 14 de abril de 2007 con una solicitud de licencias para los movimientos de tierras. El 14 de diciembre, una vez aprobado el paso anterior, se solicitó una licencia de nueva planta, que se convertirá "en una torre de 36 plantas más algunas más subterráneas y más de 35.000 metros cuadrados de espacios abiertos".
Para el director del Departamento de Control de la Edificación en la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla, "el valor del edificio no se encuentra en sí mismo, sino en el entorno en el que se sitúa" y puntualizó que, si bien en un principio la zona donde iba a construirse la torre Cajasol estuvo dentro de la zona de delimitación del conjunto histórico artístico, "la modificación de 1990 de estos límites hacen que el terreno destinado salga, por lo que no está en el casco antiguo".
Sobre el impacto visual que supondrá la obra de Pelli, Pando destacó que "no desvirtúa para nada la continuidad del río. Torre Cajasol no va a imposibilitar ninguna imagen distorsionada". Además lanzó una crítica a los detractores del proyecto diciendo que "nadie dijo nada de la construcción del puente del V centenario, cuando sus pilotes miden 120 metros, o del puente del Alamillo", cuyo mástil mide 140 metros".
Por último, concluyó diciendo que, en otras ciudades europeas, como la Torre de Londres y el puente de la Torre de Londres, también están amenazados por la Unesco por encontrarse a su alrededor edificios de 180 o 200 metros que, para Pando "no desvirtúan la imagen del centro histórico, algo que aquí tampoco pasará".
NO ROTUNDO A TORRE CAJASOL
Por su parte, Víctor Fernández Salinas, Profesor de Geografía de la Universidad de Sevilla y miembro de la Comisión Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos-España) afirmó que Sevilla, apostando por los rascacielos "podría parecerse más a Benidorm que a Nueva York, ya que construir en vertical no es símbolo de modernidad".
Fernández Salinas agregó además que, en la ciudad hispalense, "siempre se ha hecho una mirada un poco miope del paisaje", y sentenció que la permisividad "ha hecho que a veces se insulte al paisaje de nuestra ciudad". Además, dijo que en Sevilla "hay una tendencia a construir falsos históricos. No se trata de salvaguardar las vistas de la ciudad, pero tampoco realizar aberraciones en la construcción de edificios alrededor de elementos patrimoniales", añadió.
Para el profesor, en un contexto cultural, la Torre Cajasol "adquiriría una importancia en el paisaje urbano que dejaría fuera de escala a los elementos que están en el alrededor". Además, con respecto a las declaraciones de Francisco Javier Pando, respondió que "los ejemplos con Berlín o Londres no me sirven, porque fueron ciudades que se destruyeron. El Casco histórico de Londres no puede ser comparado con el de Sevilla, porque el nuestro es único y mucho mejor".
También puntualizó que "cualquier cosa que se haga moderna no es un escándalo, siempre y cuando se hagan manteniendo unas claves y buena arquitectura". Por último, el miembro del Icomos dijo con respecto al paisaje de la ciudad que "no se puede hacer cualquier cosa. Los rascacielos no son modernidad. Es una ciudad con muchas miradas, con el paisaje como elemento claves, y no se puede permitir construir un edificio inaceptable.
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