La escuela de hostelería de Castilleja de Guzmán estará derribada para octubre
09 jun 2016 / 21:49 h.
El edificio de la escuela de hostelería de
Castilleja de Guzmán tiene los días contados.
Si todos los plazos se cumplen, el inmueble estará demolido para el mes de
octubre, cumpliendo así la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de
Andalucía (TSJA) que ordenó derribar este inmueble levantado por el
Ayuntamiento de la localidad cuando estaba en manos del PSOE, la Mancomunidad
para el Fomento y Desarrollo del Aljarafe y la Consejería de Empleo. Esta orden
se deriva del recurso presentado por un colectivo de vecinos contra el proyecto
porque se había levantado en una zona calificada como Suelo de Interés Público
y Social (SIPS).
Un fallo del TSJA de 2012 consideró ilegal
el edificio, pero la Junta
de Andalucía presentó un recurso de casación ante el Supremo, que
confirmó el fallo en 2014 y condenó a pagar las costas a la administración
andaluza, aunque el Consistorio es el que debe ejecutar el trabajo.
De este modo, para acatar la orden del TSJA,
el pleno del Ayuntamiento de Castilleja de Guzmán aprobó
el día 1 dar el visto bueno para contratar la demolición del edificio,
una orden que se publicó en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) del
miércoles.
Las empresas que estén interesadas en
acometer estos trabajos, cuantificados en 198.000 euros, tienen un plazo
de 20 días hábiles desde el miércoles para presentar sus ofertas. El Consistorio
especifica que el criterio de adjudicación será para la propuesta más ventajosa
económicamente, «pero nunca se optará por una baja temeraria», aclara el
alcalde actual, Tasio Oliver (IU).
Además, en el anuncio del BOP se establece
que el tiempo para ejecutar la demolición es de tres meses, con lo cual
Oliver confía en que como muy tarde el edificio estará demolido para octubre.
Por el momento, el Ayuntamiento está
corriendo con todos los gastos que ha supuesto hacer frente a la sentencia del
TSJA, solo la Diputación de Sevilla ha prestado ayuda al Consistorio al
elaborar el proyecto de demolición, pero el regidor está dispuesto a que la
Administración autonómica, «la demandada y sentenciada» corra con, al menos, la
mitad de todos los gastos. Oliver aclara que, de momento, no se ha reclamado a
la Junta cantidad alguna, «estamos esperando a adjudicar las obras para saber a
ciencia cierta qué dinero tenemos que solicitar a la administración andaluza».
La demolición finalmente solo afectará al
edificio de la escuela, salvándose las
zonas deportivas que se construyeron junto al inmueble. La parcela que quede
libre tras la desaparición de la escuela de hostelería será una zona libre.
Esta, según explica el regidor, se adecuará para lo que digan los vecinos
–siempre que se cumpla la ley–, para lo que se abrirá un periodo de
consultas.
La escuela de hostelería se levantó en una
parcela de unos 2.000
metros cuadrados , un espacio que estaba calificado como
libre, de parques y jardines, en el que solo se permitía ocupar un pequeño
espacio para equipamientos o un sistema de interés público social.
Fueron los vecinos más cercanos a este
inmueble los que denunciaron la construcción, primero se dirigieron al
Ayuntamiento, al Defensor del Pueblo andaluz y a la Junta de Andalucía, pero al
no ser atendidas sus demandas y seguir la obra hacia arriba decidieron acudir a
los tribunales, que finalmente dieron la razón a los ciudadanos.
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