CARTA ABIERTA A D. PEDRO PRECIADO.
Muy Sr. mío:
En el Correo de Andalucía publicado el domingo, 13/09/2009, aparece un artículo suyo titulado “Los ruidos del metro de Sevilla”. Por la presente quiero decirle que usted está muy mal informado. Sepa que la Plataforma creada a tal efecto, Afectados por el Ruido del Metro de Sevilla, está presidida por un señor y NO por una señora. Ya me contará usted de donde se ha sacado tal bulo que, a medida que he ido avanzando en la lectura de su artículo, alcanza niveles insospechados de despropósitos que podrían rayar en lo tendencioso. Dado que al no existir la susodicha presidenta, sus comentarios son gratuitos y no hacen más que desprestigiar a un movimiento ciudadano, que lo único que pretende es que los vecinos puedan dormir tranquilos ajenos al ruido que soportan a diario del metro de Sevilla.¿Por qué no se ha dirigido antes de publicar su artículo a esa Plataforma para contrastar la información que algún tunante le ha facilitado? Lamentable Sr. Preciado; y parafraseando parte de su artículo le digo: “las prisas no son buenas compañeras”.
Eduardo Pablo Apellaniz Bastero
Muy Sr. mío:
En el Correo de Andalucía publicado el domingo, 13/09/2009, aparece un artículo suyo titulado “Los ruidos del metro de Sevilla”. Por la presente quiero decirle que usted está muy mal informado. Sepa que la Plataforma creada a tal efecto, Afectados por el Ruido del Metro de Sevilla, está presidida por un señor y NO por una señora. Ya me contará usted de donde se ha sacado tal bulo que, a medida que he ido avanzando en la lectura de su artículo, alcanza niveles insospechados de despropósitos que podrían rayar en lo tendencioso. Dado que al no existir la susodicha presidenta, sus comentarios son gratuitos y no hacen más que desprestigiar a un movimiento ciudadano, que lo único que pretende es que los vecinos puedan dormir tranquilos ajenos al ruido que soportan a diario del metro de Sevilla.¿Por qué no se ha dirigido antes de publicar su artículo a esa Plataforma para contrastar la información que algún tunante le ha facilitado? Lamentable Sr. Preciado; y parafraseando parte de su artículo le digo: “las prisas no son buenas compañeras”.
Eduardo Pablo Apellaniz Bastero
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