Los críticos del PP de Sevilla aguantan el pulso a su presidente, que pospone el plan para fulminar a su número 2
El
comité ejecutivo provincial fue desconvocado horas antes para evitar que
se decidiera por voto secreto, como pedía medio centenar de firmas
La
organización está partida por la mitad y contiene a duras penas su estallido
tras haber obtenido los mejores resultados de su historia en el
granero del PSOE
La
situación refleja el pulso entre Dolores de Cospedal y Javier Arenas, en uno y
otro bando, por el control de la agrupación de cara al congreso nacional
El partido tiene frentes abiertos en Dos
Hermanas, La Rinconada y Valencina de la Concepción con media docena de ediles
que han pasado a ser no adscritos
13/07/2016 - 23:42h
El PP de Sevilla ha evitado in extremis este miércoles
escenificar que está partido por la mitad y no se ha consumado la
revocación de sus funciones de la secretaria general desde hace menos
de un año, Virginia Pérez, como pretendían el presidente de la organización, Juan Bueno, y
sus fieles para cortar la cabeza a los críticos.
El comité ejecutivo provincial "extraordinario y
urgente", que se había convocado con este relevo como segundo punto del
orden del día, fue finalmente suspendido unas horas antes de la fijada para su
inicio (18.00 en un hotel de la capital hispalense) después de
que mediará la dirección regional pidiendo cordura y se pospusiera a septiembre
la "reestructuración" del partido, lo que augura un verano muy movido
porque ese trabajo va a empezar desde hoy.
Ésta es la versión oficial, difundida mediante un
comunicado, pero lo cierto es que en la decisión ha pesado más el hecho de que
Juan Bueno no estaba dispuesto a que su empeño en apartar de sus funciones
a su número 2 fuera sometido a la votación secreta de los casi 140 integrantes
del comité ejecutivo provincial, como había exigido la propia Virginia Pérez,
respaldada por medio centenar de firmas de los críticos. Esta maniobra hacía prever
muy ajustado el resultado y no se la quería jugar a unas cartas que podían
hacer todavía más insostenible la situación, tal y como han expresado fuentes
del partido. La reestructuración incluye la salida de Virginia Pérez,
pero sería "voluntariamente", algo que le había pedido Juan Bueno
y a lo que se había resistido hasta el momento, y por eso éste optó endurecer
la presión contra ella "por pérdida de confianza".
La operación para
esta revocación contaba con cierta relajación del presidente del
PP-A, Juan Manuel Moreno, quien en su día fue el mentor de Virginia Pérez
pero esta vez había ido apartándose de ella por entender que no respetaba los
tiempos en su afán por desbancar a Juan Bueno. Ésta, por el contrario,
conserva el respaldo del histórico Javier Arenas, que precisamente ha aprovechado la campaña del 26J para
patearse la provincia y hacer trabajo orgánico, empeñado en mantener
el control de la organización más potente dentro del PP-A, que es el
que más compromisarios aporta para el Congreso nacional que próximamente
celebrará el partido. Este martes, en vísperas del comité ejecutivo provincial,
pedía paciencia para evitar el espectáculo.
Y poco después aparentaba celebrar la decisión de
suspender el comité ejecutivo provincial para una guerra que
también traslada el tira y afloja que él mantiene con la secretaria
general del PP, Dolores de Cospedal:
Pese a que Javier Arenas pareciera apuntarse el tanto de
haberlo frenado, el caso es que el golpe sobre la mesa lo ha dado
Juan Manuel Moreno, que había apuntado que no
pensaba intervenir en Sevilla a no ser que lo obligaran. "Y a ninguno le conviene que intervenga", llegó a confesar a
esta redacción. Pero finalmente le han obligado, y ha optado por
forzar la suspensión del comité ejecutivo provincial en el que iban a volar los
cuchillos y optar por una reorganización un poco más sosegada. La negociación
la ha llevado a cabo su número 2, Dolores López, mientras él estaba al
tanto desde Granada.
La fotografía que ilustra esta
información con el PP de Sevilla celebrando sus mejores resultados en
el granero del PSOE en toda su historia -perdieron en votos pero empataron a
cuatro escaños- es una instantánea del declive de la secretaria general, quien
aparece en segundo plano, relegada por los dos muñidores de su caída en el
ostracismo: el propio Juan Bueno y su aliado Juan Ignacio Zoido, número
1 por Sevilla el 26J y todavía aspirante a volver a encabezar la candidatura
para las elecciones municipales de 2019 en la capital hispalense. E incluso,
sacando pecho y también en primera fila, la mano derecha de Juan Ignacio Zoido,
el coordinador de su grupo municipal Gregorio Serrano.
En este sector está también el alcalde de Tomares y
senador electo José Luis Sanz a quien en su día Juan Ignacio Zoido
quería como presidente del PP-A cuando él decidió retirarse. De hecho, la
operación contra Virginia Pérez es también reflejo del pulso que siempre ha
mantenido el PP de Sevilla contra Juan Manuel Moreno.
El líder del PP-A no ha hablado del polvorín en
que se ha convertido la agrupación en Sevilla, dentro de su versión de
que el partido está muy unido, pero sí lo ha hecho el vicesecretario
de Coordinación Política del PP-A, Toni Martín, del bando de los
críticos. En un comentario en su perfil en Twitter ha expresado su
satisfacción por que "haya imperado el sentido común" con
la suspensión del cónclave de este miércoles.
Y poco después aparentaba celebrar la decisión de
suspender el comité ejecutivo provincial para una guerra que
también traslada el tira y afloja que él mantiene con la secretaria
general del PP, Dolores de Cospedal:
Pese a que Javier Arenas pareciera apuntarse el tanto de
haberlo frenado, el caso es que el golpe sobre la mesa lo ha dado
Juan Manuel Moreno, que había apuntado que no
pensaba intervenir en Sevilla a no ser que lo obligaran. "Y a ninguno le conviene que intervenga", llegó a confesar a
esta redacción. Pero finalmente le han obligado, y ha optado por
forzar la suspensión del comité ejecutivo provincial en el que iban a volar los
cuchillos y optar por una reorganización un poco más sosegada. La negociación
la ha llevado a cabo su número 2, Dolores López, mientras él estaba al
tanto desde Granada.
La fotografía que ilustra esta
información con el PP de Sevilla celebrando sus mejores resultados en
el granero del PSOE en toda su historia -perdieron en votos pero empataron a
cuatro escaños- es una instantánea del declive de la secretaria general, quien
aparece en segundo plano, relegada por los dos muñidores de su caída en el
ostracismo: el propio Juan Bueno y su aliado Juan Ignacio Zoido, número
1 por Sevilla el 26J y todavía aspirante a volver a encabezar la candidatura
para las elecciones municipales de 2019 en la capital hispalense. E incluso,
sacando pecho y también en primera fila, la mano derecha de Juan Ignacio Zoido,
el coordinador de su grupo municipal Gregorio Serrano.
En este sector está también el alcalde de Tomares y
senador electo José Luis Sanz a quien en su día Juan Ignacio Zoido
quería como presidente del PP-A cuando él decidió retirarse. De hecho, la operación
contra Virginia Pérez es también reflejo del pulso que siempre ha mantenido el
PP de Sevilla contra Juan Manuel Moreno.
El líder del PP-A no ha hablado del polvorín en
que se ha convertido la agrupación en Sevilla, dentro de su versión de
que el partido está muy unido, pero sí lo ha hecho el vicesecretario
de Coordinación Política del PP-A, Toni Martín, del bando de los
críticos. En un comentario en su perfil en Twitter ha expresado su
satisfacción por que "haya imperado el sentido común" con
la suspensión del cónclave de este miércoles.
La situación se produce cuando el
partido tiene abiertos varios frentes en la provincia, con duros
cruces de acusaciones entre uno y otro bando que ejemplifican la división en
sus filas. Los casos más graves se dan en Dos Hermanas, la mayor ciudad de la
provincia; La Rinconada, otro de los
grandes núcleos del área metropolitana; y
especialmente, Valencina de la
Concepción.
Media docena de no adscritos con duras acusaciones
De este modo, en Dos Hermanas el partido está dirigido
por una gestora, presidida por Virginia Pérez y que fue la que el pasado mes de
abril destituyó a su portavoz municipal, Cristina Alonso, que se fue
denunciando "vejaciones" y "violencia psicológica" por
parte de sus propios compañeros de siglas. La edil ha denunciado que todo
empezó a raíz de su declaración como testigo en la investigación de un supuesto
chantaje contra el que fuera candidato de C's a la alcaldía, Manuel
Varela, quien renunció a última hora. En su testimonio llegó a relacionar a
Luis Paniagua, presidente de Nuevas Generales en Andalucía, con
este chantaje. Por el momento, ha pasado a ser no adscrita.
En el caso de Valencina de la Concepción, tres de
los cuatro ediles que el partido obtuvo en las últimas elecciones
municipales - Lourdes Novella, Araceli Espinosa y Nuria
Jiménez- han presentado un escrito en el Comité
Nacional de Garantías y Derechos contra la suspensión de militancia
decretada por la dirección provincial después de que propiciaran una moción de
censura el pasado mes de febrero contra el PSOE que finalmente no prosperó
porque se descolgó el cuarto de los populares, Manuel Ramón de la Cerda.
Estas ediles, que han pasado
a ser no adscritas, sostienen que ni se platean recurrir en la dirección
provincial o regional porque están hechas "un desastre". En su
opinión, el expediente contra ellas iniciado por Juan Bueno y
ratificado por el Comité Andaluz de Garantías y Derechos "no tiene
sentido" porque no se las puede dar de baja como militantes cuando no lo
son, sino que, como el otro concejal, concurrieron como independientes en la
candidatura del PP. "Ninguno de los cuatro somos afiliados ni
militantes", remarcan en su escrito, y de hecho, reconocen que no pagan
las cuotas del partido.
Nuria Jiménez insiste en que
se "saltan los estatutos", entre otras cosas porque el expediente
debería haberse concluido en dos meses y se inició el pasado 27 de
febrero, a lo que une una crítica feroz contra el "machismo" que
entiende que impregna las filas de la formación: "Todas mujeres. Callaron
a la compañera de Dos Hermanas y lo intentan con nosotras tres, igual que con
Virginia Pérez". Ellas están dispuestas a llegar a los juzgados, y ya lo
han hecho contra la decisión del alcalde, Antonio Suárez (PSOE) de convertirlas en no adscritas.
También es llamativo el caso de La Rinconada,
un municipio donde en las elecciones municipales de 2011 encabezó la lista la
propia Virginia Pérez, pero en 2015 optó por ir por Gines, dentro del habitual
intercambio de cromos que practica el PP y que da muestra del desarraigo que
impregna en muchas ocasiones a su propios ediles. En 2015, el número 1 fue en
su lugar Ángel Seisdedos, quien sólo logró su acta de concejal
-perdieron tres- y recientemente ha pasado a ser no adscrito tras ser expulsado
de la formación por no ir a los plenos.
Él alegó que era porque los mismos se celebran por la
mañana, dentro de su jornada laboral, una circunstancia de la que ya avisó
a la dirección provincial cuando le propusieron encabezar la candidatura, igual
que ha enfatizado que no ha faltado a las comisiones y otras citas de la vida
municipal.
En medio de toda esta tormenta, la dirección provincial
confía en poder contener un poco más el estallido con su intención de
hacer una crisis en diferido. De momento, el comunicado remitido por el PP de
Sevilla este miércoles incide en ello: "Somos un partido unido en el que siempre ha habido cordialidad y se ha valorado por
encima de todo el bien de los ciudadanos".
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