Los ayuntamientos se ahogan
La crisis asfixia a los municipios andaluces, en especial a los más pequeños
FERNANDO J. PÉREZ - Málaga - 07/09/2008
La plaza del Ayuntamiento de Árchez (Málaga, 427 habitantes) todavía luce los restos de los banderines de las fiestas de agosto. "La verdad es que para las fiestas soy muy austera. Una orquesta y poco más. Hay que ahorrar. Aún así, el pueblo se llena", sonríe Amalia Jiménez, de 42 años y alcaldesa por Izquierda Unida desde hace 11. Recorrer el pueblo con la regidora permite apreciar la asfixia económica que sufren los municipios andaluces, en especial los más pequeños.
Un breve paseo conduce desde la famosa torre mudéjar a una calle nueva de unos 100 metros de largo que se detiene abruptamente en una valla de obra. "Hemos tardado en hacer este tramo cuatro años. Hacíamos la obra a medida que nos iba llegando el dinero. Este último trozo empezó hace dos semanas", afirma.
Con un presupuesto de 660.000 euros, Jiménez tiene que hacer virguerías contables y se apunta a todas las subvenciones y ayudas que se cruzan en su camino. Hace pocos días, la secretaria municipal le ha pedido que se limite a pedir aquellas ayudas que no impliquen aportación municipal.
El pasado 28 de julio, el presidente de la Junta, Manuel Chaves -"a él le quería ver yo de alcalde aquí seis meses", dice la regidora- firmó un acuerdo con los presidentes de las ocho diputaciones andaluzas para crear un fondo de 45 millones de euros para apoyar financieramente a los municipios de menos de 20.000 habitantes. Amalia Jiménez todavía no ha oído hablar de ello, pero está segura de que echará la solicitud.
A la entrada del pueblo, la alcaldesa indica un solar vacío donde la Junta va a empezar a construir el colegio de primaria. "Seguramente si fuera del PSOE, no habrían tardado cinco años en empezar". Jiménez, al igual que el resto de sus compañeros alcaldes -no importa el partido ni el tamaño del municipio- se quejan de que tienen que acometer obras y servicios que son competencia de la administración regional. "Hacemos cosas que le corresponde a la Junta. Hemos tenido que reformar nosotros el consultorio médico y ellos no ponen ni mobiliario nuevo. La Junta tarda en pagar y lo hace con cuentagotas".
En Árchez, al igual que en toda la comarca de la Axarquía y en la Costa del Sol, se ha dejado sentir con fuerza el parón inmobiliario. La recaudación por licencias de obra ha caído en picado. A principios de mes, la alcaldesa publicó un anunció en el Boletín Oficial de la Provincia para dar cuenta de que el único concejal que, al igual que ella, tenía dedicación exclusiva dejaba esta condición "dado que el Ayuntamiento no dispone de recursos suficientes para asumir los gastos de esta naturaleza". En realidad, lo que han hecho en Árchez ha sido turnarse la dedicación exclusiva entre dos compañeros de corporación.
Los casos de ayuntamientos a dos velas surgen por toda Andalucía. Uno de los casos más duros es el de Valencina de la Concepción (Sevilla) presentó un expediente de regulación de empleo para despedir a 32 trabajadores municipales. Esta medida no fue aprobada por la Consejería de Empleo de la Junta al entender que el consistorio tiene fondos suficientes para pagar a la plantilla. En Almensilla (Sevilla), la Junta sí aceptó los despidos de 24 empleados pues consideraba que la plantilla municipal está sobredimensionada. Según fuentes de UGT, también ha habido recortes de personal en Coria del Río, Castilleja de la Cuesta y Bollullos de la Mitación.
En Barbate (Cádiz), "todos los meses hay problemas para pagar las nóminas de los funcionarios", admite sin tapujos el alcalde, Rafael Quirós (PSOE). Una deuda de 24 millones con la Seguridad Social impide al municipio recibir subvenciones del Estado. En Arcos de la Frontera, el consistorio, de mayoría socialista, ha alcanzado un acuerdo con los sindicatos para recortar entre 80 y 100 trabajadores de los 500 que componen actualmente la plantilla municipal.
Un caso extremo de falta de financiación municipal es el que llevó al alcalde de Polopos (Granada), el independiente Pedro García, a ponerse en huelga de hambre a finales de agosto. A 37 kilómetros, en Motril, se han suprimido las gratificaciones por productividad y se han congelado las contrataciones de personal. Otros municipios granadinos como Las Gabias, Padul y Jun comienzan a aplicar medidas para reducir el gasto en electricidad o combustible.
En Aljaraque (Huelva), el Ayuntamiento ha puesto en marcha un proyecto para emplear al personal municipal que puede quedarse sin trabajo por la crisis. En el lado contrario, en Lepe, el equipo de gobierno, del PP, ha sumado un nuevo concejal de dedicación exclusiva, con lo que cuenta con seis tenientes de alcalde liberados, según fuentes del PSOE.
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