Los puntos negros del Potaus
Francisco Veiga
A juicio del catedrático de Urbanística y Ordenación del Territorio Luis Recuenco el documento para reorganizar el caos en la Gran Sevilla, el Potaus, está hecho para favorecer a ayuntamientos afines al PSOE. Un estudio suyo abunda en ejemplos que no dejan en buen lugar el plan metropolitano.
Por ejemplo, el 97% de las áreas de oportunidad de la Gran Sevilla se sitúan, según el estudio Frente al Potaus, dirigido por Recuenco, en suelos protegidos.
Los espacios –para la construcción de vivienda o la instalación de actividades industriales– que más han escandalizado al arquitecto son la ampliación del polígono La Isla, en Dos Hermanas (sobre cultivos de interés), o, de forma especialmente lacerante, el área residencial San Cristóbal de Umbrete, una bolsa de suelo de 34 hectáreas que en la actualidad es un olivar.
El autor se queja de que a otros municipios se les impone la protección de cultivos semejantes sin más motivo que el color político de su alcalde, como ocurre con Espartinas –gobernada por el PP–. Las áreas de oportunidad de Umbrete tienen el “agravante”, explica el arquitecto, de situarse “en el fundamental corredor paisajístico de la A-49 [autopista Sevilla-Ayamonte]”.
Casa para seis. Otras áreas de oportunidad similares que acabarán con olivares y cultivos son la bolsa residencial de Palomares del Río, el parque empresarial Aljarafe de Umbrete, la bolsa de viviendas de Almensilla y otras zonas de Mairena del Aljarafe, Huévar del Aljarafe, La Rinconada o Los Palacios y Villafranca. Incluso el área de oportunidad hotelera de Castilleja de Guzmán colisiona con la zona de protección de los jardines de Forestier, un bien de interés cultural.
Las áreas de oportunidad residenciales, asimismo, le parecen mal dimensionadas. Así, una vez calculada la proyección de crecimiento de todos los 46 municipios la Gran Sevilla hasta 2015, la bolsa de vivienda de Sevilla dejará a cada nuevo habitante con la posibilidad de elegir entre 2,43 viviendas, mientras que en Mairena del Aljarafe serán seis las personas que, de media, entrarán en alguna de estas viviendas previstas (5.000 pisos en el caso de la capital, que apenas crecerá 3.000 habitantes; mil viviendas en la localidad aljarafeña, que crecerá en 6.000 habitantes).
El diseño de la Gran Sevilla también tiene remiendos que no entiende el arquitecto Recuenco y su grupo de investigación de la Universidad de Sevilla. Su libro, recién publicado y cuyas 80 páginas son casi una enmienda a la totalidad del Potaus, también muestra extrañeza por consolidar ejemplos concretos contrarios a lo que predica: por ejemplo, busca evitar las conurbaciones (que dos o más pueblos acaben fundidos por el crecimiento urbanístico) pero consagra la “conurbación de Sevilla con Alcalá de Guadaíra y Dos Hermanas con las áreas de oportunidad del Pítamo, el parque logístico, Zacatín, Cortijo de Cuarto y Residencial Dos Hermanas”, además de la de La Rinconada y San José, Umbrete y Bollullos de la Mitación, Almensilla y Coria del Río.
Asimismo, cada área de oportunidad residencial –todas, en pueblos con alcalde socialista– serían otro objetivo a evitar: núcleos de población aislados.
Pese a las críticas a la labor de las consejerías de Obras Públicas primero y Vivienda después en la elaboración y corrección del Potaus, la Junta de Andalucía –que estudia desde hace meses las alegaciones [críticas de municipios o colectivos afectados]–, no quiso valorar ayer el estudio. No hay fecha en el Gobierno andaluz para responder a las alegaciones.
Sí lo hizo, someramente, el ex director general de Vivienda de la Junta José Ramón Moreno: “No suelo estar de acuerdo con las ideas de Recuenco, muy ceñidas a la ideología conservadora”.
http://www.correoandalucia.com/noticia.asp?idnoticia=4424170094096095091093424170
Francisco Veiga
A juicio del catedrático de Urbanística y Ordenación del Territorio Luis Recuenco el documento para reorganizar el caos en la Gran Sevilla, el Potaus, está hecho para favorecer a ayuntamientos afines al PSOE. Un estudio suyo abunda en ejemplos que no dejan en buen lugar el plan metropolitano.
Por ejemplo, el 97% de las áreas de oportunidad de la Gran Sevilla se sitúan, según el estudio Frente al Potaus, dirigido por Recuenco, en suelos protegidos.
Los espacios –para la construcción de vivienda o la instalación de actividades industriales– que más han escandalizado al arquitecto son la ampliación del polígono La Isla, en Dos Hermanas (sobre cultivos de interés), o, de forma especialmente lacerante, el área residencial San Cristóbal de Umbrete, una bolsa de suelo de 34 hectáreas que en la actualidad es un olivar.
El autor se queja de que a otros municipios se les impone la protección de cultivos semejantes sin más motivo que el color político de su alcalde, como ocurre con Espartinas –gobernada por el PP–. Las áreas de oportunidad de Umbrete tienen el “agravante”, explica el arquitecto, de situarse “en el fundamental corredor paisajístico de la A-49 [autopista Sevilla-Ayamonte]”.
Casa para seis. Otras áreas de oportunidad similares que acabarán con olivares y cultivos son la bolsa residencial de Palomares del Río, el parque empresarial Aljarafe de Umbrete, la bolsa de viviendas de Almensilla y otras zonas de Mairena del Aljarafe, Huévar del Aljarafe, La Rinconada o Los Palacios y Villafranca. Incluso el área de oportunidad hotelera de Castilleja de Guzmán colisiona con la zona de protección de los jardines de Forestier, un bien de interés cultural.
Las áreas de oportunidad residenciales, asimismo, le parecen mal dimensionadas. Así, una vez calculada la proyección de crecimiento de todos los 46 municipios la Gran Sevilla hasta 2015, la bolsa de vivienda de Sevilla dejará a cada nuevo habitante con la posibilidad de elegir entre 2,43 viviendas, mientras que en Mairena del Aljarafe serán seis las personas que, de media, entrarán en alguna de estas viviendas previstas (5.000 pisos en el caso de la capital, que apenas crecerá 3.000 habitantes; mil viviendas en la localidad aljarafeña, que crecerá en 6.000 habitantes).
El diseño de la Gran Sevilla también tiene remiendos que no entiende el arquitecto Recuenco y su grupo de investigación de la Universidad de Sevilla. Su libro, recién publicado y cuyas 80 páginas son casi una enmienda a la totalidad del Potaus, también muestra extrañeza por consolidar ejemplos concretos contrarios a lo que predica: por ejemplo, busca evitar las conurbaciones (que dos o más pueblos acaben fundidos por el crecimiento urbanístico) pero consagra la “conurbación de Sevilla con Alcalá de Guadaíra y Dos Hermanas con las áreas de oportunidad del Pítamo, el parque logístico, Zacatín, Cortijo de Cuarto y Residencial Dos Hermanas”, además de la de La Rinconada y San José, Umbrete y Bollullos de la Mitación, Almensilla y Coria del Río.
Asimismo, cada área de oportunidad residencial –todas, en pueblos con alcalde socialista– serían otro objetivo a evitar: núcleos de población aislados.
Pese a las críticas a la labor de las consejerías de Obras Públicas primero y Vivienda después en la elaboración y corrección del Potaus, la Junta de Andalucía –que estudia desde hace meses las alegaciones [críticas de municipios o colectivos afectados]–, no quiso valorar ayer el estudio. No hay fecha en el Gobierno andaluz para responder a las alegaciones.
Sí lo hizo, someramente, el ex director general de Vivienda de la Junta José Ramón Moreno: “No suelo estar de acuerdo con las ideas de Recuenco, muy ceñidas a la ideología conservadora”.
http://www.correoandalucia.com/noticia.asp?idnoticia=4424170094096095091093424170
No hay comentarios:
Publicar un comentario