Castilleja de Guzmán quiere rescatar la capital tartesia
El Ayuntamiento lucha por recuperar los dólmenes de la zona y crear un producto turístico-cultural que contribuya al desarrollo económico
07 feb 2017 / 14:29 h
El campo dolménico del
Aljarafe, donde podía estar asentada la capital de los tartessos, es un
patrimonio al que no se le está sacando suficiente rédito. Sigue siendo un gran desconocido para
la población en general, a pesar de su importancia patrimonial e histórica.
Para cambiar este rumbo y
lograr su puesta en valor y que pueda ser una fuente de riqueza para la
comarca, el alcalde de Castilleja de Guzmán,
Tasio Oliver (IU), se ha puesto manos a la obra y ya ha comenzado a trabajar
para que su sueño se haga una realidad lo antes posible.
En su localidad se
asienta el dolmen de Montelirio, un Bien de Interés Cultural (BIC), datado
entre el 2.500 y el 2.200 a .C.,
en el que se han hallado más de 1.000 enterramientos, joyas hechas con
ámbar, vasijas en las que se había almacenado cervezas y otros elementos que
han permitido conocer la importante actividad comercial marítima que realizaban
los moradores de este asentamiento. Según Oliver, lo encontrado en este
dolmen «son ajuares ricos, muy bien elaborados y sofisticados».
Para que Montelirio se
recupere, el regidor se ha reunido con responsables de la Consejería de
Cultura, a los que no ha logrado arrancar el compromiso de esta puesta en
valor, «a lo único que se han comprometido es a desbrozar la zona», algo que no
satisface a Oliver.
Aunque el encuentro del
alcalde con Cultura era para pedir la recuperación del dolmen de Montelirio, Oliver
tiene claro que es necesario hacer un frente común para recuperar también los
dólmenes de la vecina Valencina de la Concepción, los de la Pastora y el de
Matarrubilla. El primero de ellos, es el mejor conservado de la zona y fue
descubierto en 1860 durante unas labores agrícolas, pero no fue excavado hasta
1868. El de Matarrubilla, también fue hallado por unos agricultores, pero
bastante más tarde, en 1917.
El regidor insiste en
que para la zona sería muy importante poner en valor este patrimonio
calcolítico y poner en marcha un plan integral de recuperación y desarrollo. Aunque desde la Junta de Andalucía no
ha recibido la respuesta que esperaba, ya ha mantenido un contacto con el
Ayuntamiento de Valencina de la Concepción para rescatar la mesa conjunta de
patrimonio, aunque Oliver reconoce que por ahora no hay nada cerrado.
El alcalde de Castilleja
de Guzmán remarca que su Ayuntamiento, con una deuda de unos 2,5 millones,
poco puede hacer, por ello reitera la necesidad de contar con el apoyo de otras
administraciones e incluso de entidades privadas.
De esta iniciativa, no
quiere dejar al margen a las asociaciones conservacionistas de la comarca,
porque señala que tienen muchas ideas que aportar y porque, bajo su punto, de
vista en esta importante empresa es necesaria la unidad de todos.
Su idea es ofrecer una
oferta común, con unas rutas por los dólmenes y, eso sí, teniendo en cuenta
que todas iniciativas que se pongan en marchar para atraer turismo tengan como
bandera la conservación del patrimonio.
El regidor asegura que si
todo se hace bien el campo dolménico del Aljarafe podría atraer a muchos
turistas, «porque estamos en el área metropolitana de Sevilla, con cerca de un
millón y medio de habitantes», a lo que suma la cantidad de visitantes que
llegan a Sevilla y que si se ofrece un buen producto cultural también se pueden
acercar a disfrutar de los dólmenes de Valenciana de la Concepción y de
Castilleja del Guzmán. Tasio Oliver recalca si se hacen bien las cosas, el
atraer al turismo a la zona no sería nada difícil y pone como ejemplo el caso
de Almedinilla, en Córdoba, un municipio de la
sierra, que gracias a su apuesta por el patrimonio el año pasado llegó a
recibir 10.000 visitantes.
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