25/08/08 DIARIO SEVILLA. LOS DESPIDOS DE UNA DRÁSTICA RECONVERSIÓN MUNICIPALISTA

Los despidos de una drástica reconversión municipalista

Juan Luis / Pavón Actualizado 24.08.2008 - 01:00


AMARGA cura de adelgazamiento la que viven algunos ayuntamientos en el área metropolitana. La suma de cancelación de contratos y despidos firmados por los gobiernos locales con las arcas vacías coge a la población con la mentalidad desnortada. El gran empleador en los pueblos es ahora la fábrica de parados. Hay costumbre de echarse a la calle para mantener puestos de trabajo de explotaciones mineras, yogures, teleoperadoras, rodamientos o barcos. Pero el vecindario no tiene hábito de manifestarse para salvar un ayuntamiento y su máquina de emitir nóminas. Es el mundo al revés y es el reverso de un modelo de desarrollo insostenible y opuesto de lo que dictaba el sentido común y la Europa avezada, donde también hay suelos y ladrillos, pero la receta de la financiación municipal no se salpimenta sólo con el pelotazo depredador y la imposible demografía.

Hasta ayuntamientos gobernados por Izquierda Unida, como el de Alcalá del Río, han firmado la rendición incondicional de la reducción de plantilla porque su situación presupuestaria es crítica con el parón inmobiliario ligado a la sequía de los convenios urbanísticos que alentaban a los alcaldes a embarcarse en equipamientos, servicios y empresas municipales que no pueden sostener en buena lógica. Ahora en Bormujos, Burguillos, Valencina o Almensilla no se va al ayuntamiento para pedir una colocación sino para que te prometan una recolocación.

La drástica reconversión de la política local sólo irá a buen puerto si se basa en previsiones sensatas de aumento de la población (sin planes urbanísticos urdidos bajo el ardid de que les iban a llover familias como chuzos o buscadores de oro) y si gobiernos autónomos como el andaluz reducen su colosalismo burocrático alejado de los problemas de la calle para ceder más trozo de la tarta presupuestaria a los ayuntamientos, primera trinchera del bienestar. Lo demás es darle vueltas a la noria con el pozo seco.

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