06/04/16 La vida está en las lindes


La vida está en las lindes

Ha muerto en Valencina José maría Pérez Orozco, catedrático de literatura española; defensor del habla andaluz y conocedor profundo del cante jondo y la poesía popular andaluza. Un día, con el y humor y la sencillez con que hablaba de grandes cosas, nos dijo: demos un paseo por los campos y caminos. Lo que no ha sido colmatado, cubierto con hormigón, es víctima de los plaguicidas. Ya no hay pájaros, ni lagartos. Y la vegetación se ha retirado. ¿A donde? A las lindes y a las cunetas. Allí es donde están los grandes tesoros de nuestra flora. Y es verdad. Guiados por su sabiduría, habría que hacer una cartografía de las lindes y cunetas, como se hace del cielo estrellado, porque allí es donde se acumula, y hace fuerte en su mezcla, la diversidad olvidada. Mucha de esa vegetación ya no forma parte de nuestro paisaje, y habría que recordar el nombre de cada planta, y la suerte de cada sonido, antes de que perdamos su bien y su significado. Nuestra civilización empuja todo aquello que no da beneficio inmediato hacia las lindes y las fronteras. Por eso, la vida ahora se refugia en las franjas de Quios o de Lesbos. José María Pérez Orozco, maestro, presencia luminosa y alegre de esta tierra noble del Aljarafe, la vida sigue en las lindes y, desde allí, una y otra vez, desbordará por la fuerza de la naturaleza y del sueño humano en un mundo mejor, los límites que tercamente dibujamos. No ni ná.  
José Ignacio Artillo Pabón.

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