28/05/18 HUELVA YA Investigadores de la UHU resuelven el ‘misterio’ del origen del tesoro del Carambolo


Investigadores de la UHU resuelven el ‘misterio’ del origen del tesoro del Carambolo


 

28 mayo 2018

 

Un estudio científico acometido por investigadores de las universidades de Huelva y del País Vasco y del Museo de Arqueología de Sevilla ha descubierto un vínculo directo entre el origen del oro del tesoro del Carambolo, descubierto en 1958 en el municipio de Camas (Sevilla) y formado por 21 piezas de oro de 24 quilates, y la metalurgia desarrollada 2.000 años antes en el asentamiento de la Edad del Cobre cuyos vestigios se encuentran en Valencina de la Concepción, en Sevilla.

 

El tesoro del Carambolo fue descubierto en 1958 (de forma casual) en el cerro homónimo de Camas, en las inmediaciones de vestigios arquitectónicos de un edificio documentado a inicios del siglo XXI y que fue interpretado, por algunos expertos, como un antiguo santuario de una población de influencia fenicia. Sobre este tesoro versa el estudio titulado “El oro del Tesoro del Carambolo. Nuevos datos de su origen mediante análisis elementales e isotópicos”. Dicho trabajo, promovido por un equipo de investigadores de las universidades de Huelva y el País Vasco y del Museo de Arqueología de Sevilla, ha sido recientemente publicado en la revista ‘Journal of Archaeological Science’.

 

Cabe destacar que, además de por su singularidad, el tesoro del Carambolo ha estado en el epicentro de los debates los últimos 50 años sobre la presencia fenicia en occidente y el origen de la primera gran civilización occidental. Sin embargo, la ausencia de un contexto arqueológico preciso y análisis sistemáticos destinados a identificar la fuente del suministro de oro han llevado a interpretaciones diversas y contradictorias en términos de su funcionalidad y origen.

 

Nueva interpretación del origen del tesoro

                       

La nueva metodología que presenta en este trabajo proporciona una interpretación alternativa, si bien sugieren que los orígenes del oro no pueden estar a miles de kilómetros de distancia, tanto en el Atlántico como en el Mediterráneo, sino en la misma región, destacándose las similitudes geoquímicas e isotópicas con las fuentes regionales de materia prima y con la tecnología y productos metalúrgicos de oro de la anterior civilización del Tercer Milenio a.C., con su principal eje político y económico en Valencina de la Concepción, ubicado a 2000 metros del Carambolo.

 

El estudio en cuestión presenta el primer estudio científico del tesoro aportando su primera caracterización isotópica y elemental completa mediante una metodología analítica hasta ahora nueva en España, que permiten una interpretación alternativa del origen del tesoro del Carambolo.

 

Las nuevas hipótesis sobre el origen del tesoro parten del análisis de dos fragmentos del conjunto de joyas y la valoración científica de su posible relación con 22 muestras procedentes de reliquias de oro elaboradas durante el primer milenio antes de Cristo en el área geográfica más cercana, incluidos los dos productos de oro documentados recientemente en el edificio monumental interpretado como santuario, junto a cuyas ruinas fue descubierto el tesoro, y de la producción orfebre del tercer milenio antes de Cristo de la misma zona, así como, su estudio comparado con la base de datos isotópica del Grupo MIDAS, que cuenta con más de 600 registros, que abarcan la totalidad de fuetes de suministro potenciales del sur de la Península Ibérica.

 

Así, los citados fragmentos de oro del tesoro del Carambolo fueron comparados con muestras de orfebrería rescatadas del asentamiento de la Edad del Cobre de Valencina de la Concepción, legado de lo que los expertos interpretan como el mayor asentamiento de la Edad del Cobre de toda la Península Ibérica. Esta labor científica, según el citado estudio, ha permitido identificar similitudes químicas e isotópicas que sugieren la interpretación alternativa de que el oro del tesoro del Carambolo podría no derivar de fuentes distantes del entorno del mar Mediterráneo, sino de fuentes regionales de suministro donde el oro también fue extraído unos 2.000 años antes.

 

El responsable del grupo de investigación MIDAS de la Universidad de Huelva, Francisco Nocete, ha explicado que “el tesoro del Carambolo siempre se había asignado como el inicio de la civilización occidental con la llegada de los fenicios, aunque había existido 2000 años antes otra civilización previa, y ciudad más importante de esa civilización que, a la vez era productora de oro metalúrgico, estaba junto al Carambolo, a 2000 metros, en Valencina de la Concepción.

 

Así, estos investigadores de la Universidad de Huelva concluyen que “el origen del oro no estaría necesariamente a miles de kilómetros”, señalando su origen local y un vínculo directo con la metalurgia del oro desarrollada mucho antes en el enclave prehistórico de Valencina.

 

Los resultados del estudio han mostrado, por tanto, que “el tesoro no era el principio de la una metalurgia del oro, sino el final de una tradición que había empezado 2000 años antes. Y que la técnica metalúrgica en lo que se refiere a la producción del oro, era exactamente igual que la que se había utilizado en el tercer milenio antes de nuestra era y, en concreto, en Valencina, y que la fuente de suministro de la que proviene el oro era la misma que la que utilizaba esta otra sociedad 2000 años antes. Con lo cual el tesoro no venía de fuera, era totalmente local y era parte de una tradición muy antigua que nunca se había estudiado hasta que el Grupo MIDAS publicó su primer análisis científico en 2014”, argumentan los investigadores.

 

Este estudio ofrece además a los expertos los primeros datos científicos sobre el Carambolo para poder hablar de él con propiedad y, en segundo lugar, muestra la viabilidad de la aplicación metodológica y técnica diseñada por nuestro Grupo de investigación como la menos agresiva con los bienes patrimoniales y la más útil y eficiente para tratar aspectos como cuál es el origen de las materias primas”, señala Nocete.

 

Este estudio se ha realizado por El Grupo MIDAS de la Universidad de Huelva mediante un Proyecto del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad (HAR-2017-82966-P).

 


 

 

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